El debate tranquilo y sin agresiones registrado en el recinto del Senado contrastó con las corridas y frenéticas tratativas desarrolladas para convencer a los "indecisos" en los pasillos y oficinas de la Cámara alta.
Los senadores que no definieron su voto se convirtieron en los verdaderos protagonistas del último y definitivo análisis de las retenciones móviles que en la Cámara alta.
Los kirchneristas respiraban tranquilos al inicio de la jornada, hasta que la riojana Teresita Quintela gritó a los cuatro vientos que haría caso omiso a las recomendaciones del bloque oficialista y de su propio gobernador, Luis Beder Herrera.
Los nervios volvieron a ponerse de punta en las filas oficialistas, con Miguel Angel Pichettoa la cabeza, al escuchar al fueguino del ARI, José Martínez, adelantar su voto en contra del proyecto en medio de una amplia conferencia de prensa.
Los números arrojaban un 35 a 34 a favor de la oposición y, mientras los antikirchneristas se ilusionaban y dejaban volar su entusiasmo, el FpV hacía arder los teléfonos de los tres indecisos que restaban definirse.
La primera en dar el sí fue la formoseña Adriana Bortolozzi, quien prefirió seguir la disciplina partidaria, en tanto que Ramón Saadi (Catamarca) y Emilio Rached (radical K de Santiago del Estero) pospusieron sus definiciones hasta último momento.
Las presiones contrapuestas que ejercían sobre el santiagueño los ruralistas de su provincia y el gobernador Miguel Zamora habían puesto al senador en una situación muy complicada, al punto de -según trascendió- soltar alguna lágrima por la tensión.
Luego de arribar con cinco horas de retraso a la sesión, Rached se ubicó en su banca y trató de pasar inadvertido, giró su silla de un lado a lado y mordió las patillas de sus anteojos.
En el medio, el entusiasmo opositor incluyó pequeños festejos en silencio y una fuerte exposición mediática, a diferencia de los senadores oficialistas, quienes prefirieron no entrar en detalles sobre la situación ante cámaras y grabadores.
El ex presidente Carlos Menemfelicitó personalmente a Quintela por arriesgarse a votar en contra a pesar de los "condicionamientos", acompañado de cerca por su hijo Carlitos Nair, quien hizo su entrada triunfal al Senado como una gran estrella de televisión -entre guardaespaldas y autos de lujo-.
En tanto, el fueguino Martínez acaparó todos los flashes tras la anunciar públicamente que votaría en contra de las retenciones.
Liberado y hasta podría decirse contento con su decisión, recorrió los pasillos internos de la Cámara alta y atendió a cuanto reportero se le ocurriera hacerle una nota.




Fuente: MinutoUno