Los Tinellistas, por Jorge Rial
Lo descubrieron ahora. En un nuevo acto de tortuguismo cool. Siempre llegan tarde donde nunca pasa nada, les diría con una sonrisa su venerado Serrat. Resulta que, de pronto, Marcelo Tinelli se convirtió en una figura de culto. Incluso para aquellos que lo ningunearon sin compasión.
Muchos de ellos de la misma emisora que hoy lo tienen como figura central y salvador de la patria. Porque, con absoluta sinceridad, hoy Canal 13 es Marcelo y diez más. Y entre los diez que sobran la mayoría no sirven ni para espiar.
Con saliva y paciencia, el animador transformó a su imagen y semejanza una emisora que se jactaba de su cuidado en pantalla. De pronto empezaron aparecer los "gordos" presentados como atracciones de ferias baratas, realities que empezaron buscando "La mamá del año" y terminaron discutiendo sobre la nada y ahora la nueva incorporación: "Tardes Informales". Dan gracia y lástima al mismo tiempo.
Los mismos que se persignan ante cada cosa con un poquito de lustre popular, hoy no dudan en tirarse de cabeza a conquistar un horario que les es desconocido a base de caño y patines. Es decir, colgándose sin reparos ni temor de los éxitos de Tinelli. Es patético ver a Ernestina, la reina del yoghurt berreta u Osvaldo Bazán, el crítico duro de la tele, pasando sin solución de continuidad a exegeta incondicional de Marcelito. Opinando sobre el baile cabaretero con la incomodidad del que no sabe de lo que habla. Pero hay que hacerlo. Lo exige el rating. Y el que manda en ese terreno no es la viudísima. Ni siquiera lo maneja Clarín, que puede voltear presidentes pero se tuvo que bajar los pantalones ante el conductor más criticado desde sus páginas. El que la tiene más larga es Tinelli, para odio de muchos de los que hoy lo elogian y lo aplauden tragando saliva y rezando para que nadie revise los archivos donde aparecían como críticos feroces de las “grasadas” del animador.
Pero hay que ganar de cualquier forma. A veces nos gusta el juego bonito de Menotti, pero otras tenemos que patear la pelota a la tribuna como Bilardo. Y no les tiembla el pulso. Los que aseguraban que nunca iban a vivir de las sobras del rey del rating, hoy sobrevuelan como buitres tratando de agarrar algo de lo que dejan los demás. No tienen dignidad, pero eso sería lo de menos. Ni siquiera tienen el profesionalismo de hacer de cuenta que saben de lo que hablan. Lo hacen con vergüenza, como si eso que estuviera pasando en SU estudio, en SU programa no les perteneciera.
Apretados por la búsqueda de ganar el mes, los que levantaban las banderas de la ética y la coherencia se convirtieron en furgón de cola del éxito del único que logró el milagro de poner un canal que era la Nasa, por lo técnico y frío, en una emisora popular y líder.
Dan lástima. Cartoneando el rating de los demás. Creyendo que sólo por hablar de eso se le puede pegar algo de un triunfo individual. Peor aún, apenas son subarrendatarios. No llegan a vivir de "Bailando por un sueño", sino de los escándalos que genera "Intrusos" por la tarde. Las vueltas de la vida. Los progres viven de los populares. Así les va.










te conviene serlo porque sino ,que haces con tu pobre programa?, los gatos que llevas no
estarian, no habria conflictos inventados por vos y tu staff.
vos sos el generador de los kilombos en la tele, asi que no metas a todos en la misma bolsa.
por lo menos a mi, dejame afuera.