En realidad hablamos a principio de año. Yo tengo un contrato con Telefe por todo 2009. Cuando se habló de hacer Operación triunfo y que tenga condimentos de Gran hermano se barajó la posibilidad de que en algún momento hubiera un debate. Después el formato arrancó con Marley, y ahora el canal considera que es el momento para darle esa vueltita y que tenga más condimento de debate y análisis del juego, de lo que tiene más que ver con la cosa lúdica del formato y que se emparenta más con Gran hermano.

La verdad que no, son charlas que empezamos en enero. Arrancamos a hablar con Marcos Gorbán (productor general de Operación triunfo) y él me contaba lo que le pedía Claudio (Villarruel) también. Igualmente van 3 semanas de programa y siempre todos los realitys que hemos hecho, empiezan a carretear y se van armando y hay que ir construyéndolos. Es una etapa normal de programa, si te fijás históricamente todos los Gran hermano arrancan tranqui y después crecen. Lo tomo como una vuelta que hay que darle y el canal confía que se la podamos dar desde el lado del debate.

Yo estuve en todos los Gran hermano y veía los Operación triunfo y en todas academias anterior había convivencia y había conflictos pero se pasaban por alto, no había intención de poner al aire eso, sino que se hacía hincapié en la construcción del artista en las galas de los domingos. Se ajustaron un poco lo que son las reglas de esa convivencia, se asemejan lo que son las de Gran hermano. Me parece que está bueno, porque existen, porque hay convivencia y hay roces. No es que en Operación triunfo antes no existieran sino que no se mostraban.

La verdad que no, este tipo de formatos se construyen día a día y semana a semana. Siempre van de menos a más.

Volverse loco en el comienzo no tiene sentido porque es un camino que ya transitamos y sabemos que tiene sus propios tiempos. Lo que si me parece que está bueno es poder aportarle otra mirada y otro análisis a las cosas, más separado del que puede hacer Marley, porque él está involucrado en las galas de los domingos, y por él corre la cuota de emoción, de verlos a los chicos cantar, en contacto con sus familias, o por lo menos que los ven. Creo que esta apuesta del canal de separar el debate más crítico de las galas y la emoción va a potenciar el programa. television.com